Hacía tiempo que andaba detrás de este libro, y por fin llegó a mis manos. Y ha llegado a mí como parte del trabajo de documentación de la novela que estoy construyendo. «Los otros catalanes», de Paco Candel, es para muchos una referencia para entender cómo vivian los inmigrantes llegados a Catalunya, principalmente durante la década de los 60.
Reconozco que analizar esta obra casi sesenta años después no es demasiado justo para con el autor, pero sí creo que es bueno para el lector, en el necesario ejercicio de analizar si aquello que pronosticaba Candel ha acabado ajustándose a la realidad o no...
A su vez, también debo reconocer que me acerqué a este libro esperando encontrar una novela y me he encontrado con un ensayo, algo que creía también iba a ser interesante desde el punto de vista del trabajo de documentación.
Yo espera encontrar un libro que sobre todo reivindicara el papel y la dignidad de los inmigrantes, de esos «otros catalanes», defendiendo el derecho de éstos a serlo y sentirlo. Pensaba que, porque así me lo habían asegurado, en este libro iba a leer la voluntad de los que se saben catalanes y son discriminados por los que se sienten los únicos catalanes. En parte, de esto también habla Candel, pero desde luego no es donde pone el acento...
Dicho todo esto, entro a valorar...
Me imagino que Francesc Candel se quedaría sorprendido, o no, si supiera que un hijo de inmigrantes leoneses, uno de esos «otros catalanes», se escandalizaría e incluso ofendería con su lectura. Porque básicamente el autor lo que hace es precisamente lo contrario de lo que yo esperaba: señala a quien se siente catalán teniendo origen diferente y habla en castellano. Entiéndase señalar a criticar. Y es que más bien parece que sea el propio Candel quien no entienda en absoluto de qué va la integración y sea él el que acuñe el término «otro catalán» cuando en realidad ÉL quiere decir «no catalán».
Otro dato horrible que oporta sin ningún criterio razonable es el que afirma que en el año 2040, cifra muy lejana para él entonces y no tanto para nosotros, no quedará ni un solo catalán en Catalunya... Me «inquieta» pensar que después de mí, nacido y criado en Catalunya, si mi hijo, nacido y criado en Catalunya, tendrá un hijo finlandés...
Quién sabe, quizá mi futura novela se entienda como que habla de esos «otros catalanes» simplemente como Catalanes, nada más, pero nada menos. Ése es el objetivo.